25 oct 2012

Trabajo social y descolonización


Por Perla Franco e Izamar Rivera González/En Rojo

Combinaron la experiencia del trabajo comunitario “liberador- transformador” y el quehacer del trabajo social “crítico”, para encontrar una especie de guía para el proceso descolonizador, dentro de la propia entraña del sistema colonial que vive Puerto Rico y desde las comunidades.

Imperceptible a veces pero siempre presente, ese tipo de trabajo comunitario y social ha ido preparando, palmo a palmo, un terreno fértil hacia la descolonización, que hay que reforzar. Hay quienes lo saben y hay quienes lo ignoran. Pero ciertamente es ahí donde se ha ido tejiendo un mensaje liberador que han decodificado los autores del libro Trabajo Comunitario y Descolonización, elaborado por Alejandro Torres Morales, Magda Orfilia Barreto, Doris Pizarro Claudio, Wilfredo Quiñones Sierra, Raquel M. Seda Rodríguez y Luz A. Vega Rodríguez, el cual, jubilosos, dieron a conocer en entrevista exclusiva con CLARIDAD. Un trabajo que ya está disponible, luego de tres años de intensa labor colectiva.

El libro es sin duda uno ideológico y político. De ahí que sus autores se lanzaran convencidos de que el terreno andado en ambos escenarios, -el comunitario y el del trabajo social-, manifiesta en conjunto un proceso liberador que puede llegar a ser un instrumento transformador de nuestra realidad colonial.

A pesar de que cada uno escribió un ensayo propio, el libro es producto del aporte y las criticas que como colectivo se hicieron los unos a los otros con el propósito de enriquecer el producto final. Y lo lograron. Convencidos de que el trabajo colectivo y la solidaridad son parte de la tarea descolonizadora, implementaron ambos en esta tarea. Porque, como afirman, la solidaridad entre las comunidades, sean geográficas o de intereses comunes, es lo que ayuda al proceso descolonizador. Y en la práxis, como es sabido, está la confirmación de lo teórico; y viceversa.

Orfila, quien es estudiosa de la conciencia crítica, postuló la importancia del libro como de avance hacia la descolonización y la práctica de un trabajo social transformador. El libro trata de romper con la visión del trabajo social que se ejerce en función de que las personas se conformen con lo que tienen, con el asistencialismo gubernamental, con la dependencia como modo de vida, que es parte de lo que ha creado la colonización.

Pizarro Claudio analiza la gestión del trabajo social desde una perpectiva liberadora trasciende los parámetros de la profesión para abordar lo que significa el coloniaje y la dominación capitalista en los procesos políticos y organizativos de las comunidades y sus repercusiones. Aborda el promover una visión descolonizadora en el trabajo comunitario.

Con este libro, sus autores hacen una importante aportación a la lucha descolonizadora de Puerto Rico, al desarrollo humano desde la colonia y al trabajo social crítico para las transformaciones sociales que requiere el país. Creen en fomentar el trabajo comunitario desde una perspectiva de transformación estrucutral. Por medio de la experiencia y la práctica del trabajo social comunitario han elaborado una visión esquemática aplicable al conjunto de luchas que se dan en el escenario nacional. Por medio de esa práctica han descubierto cómo el colonialismo ha intentado marginar al pueblo quitándole su identidad. Plantean que para la descolonización de Puerto Rico se necesita ser solidario y ubicarse en el lugar del otro, para buscar las raíces de lo que somos como país y dejar atrás la colonización, obstáculo para el desarrollo y la superación colectiva. Los autores y autoras reafirman que el desarrollo óptimo del ser humano es contrario al sistema colonial en que vivimos.

Cotté Morales, el más joven del grupo, dice desde su experiencia comunitaria en Cantera, que las comunidades se van empobreciendo más y más, aun cuando se fomentan leyes desde el gobierno que pretenden atender su necesidad, que se crean sin intención de transformar las estructuras institucionales que son las que en realidad promueven la desigualdad y la injusticia, la marginalidad y la pobreza. Se lanza a decir que si bien es cierto que los trabajadores sociales son vistos como mantenedores o promotores de un sistema opresor, en el caso de su experiencia en El Caño, luego de un arduo trabajo “que tomó tiempo” se logró romper con ese prejuicio. Señal de que “no es posible lograr una transformación de un sistema de injusticia social, si no partimos de una educación que promueva el pensamiento crítico”.

Vega Rodríguez plantea la deconstrucción para la construcción de nuestro país mediante la descolonización. Propone dimensiones éticas al trabajo comunitario con valores como la organización, la participación, la solidaridad, el reconocimiento de la diversidad y el establecimiento de relaciones horizontales, entre otras.

Como podría anticiparse, los autores y las autoras de este libro afirman que no se descoloniza para quedarse en el limbo, sino para lograr algo mejor a lo que tenemos. El libro es un modelo de cómo combatir la mentalidad que se nos ha creado de conformidad e inferioridad, para luchar por eliminar el sistema opresivo en el que vivimos, por medio del trabajo social con las diversas comunidades. Afirman que el trabajo comunitario es medular para transformar nuestra realidad. Proponen en el libro un modelo de trabajo social comunitario basado en nuestra realidad nacional y coyuntura histórica, que exige ser transformada hacia una visión filosófica de ideología liberadora, que rompa con la deshumanización que impone el sistema neoliberal capitalista y con la desigualdad y la opresión que impone el coloniaje.

Aportaciones de los autores
En el entramado de la propuesta que ofrecen estos trabajadores sociales, está la acción y pensamiento de Raquel M. Seda Rodriguez, quien impulsó su realización. Doris Pizarro Claudio y Magda Orfila Barreto le presentan al lector los marcos referenciales en que se fundamenta el libro. Luz A. Vega y Alejandro Cotté partieron de la práctica y experiencias que han tenido en sus barrios, en Mariana en Humacao y Cantera en San Juan respectivamente. El libro incluye un ensayo fotográfico trabajado por Wilfredo Quiñones Sierra, el cual presenta algunas luchas comunitarias como la de liberar a Vieques de la Marina de Guerra de Estados Unidos, la lucha contra el gasoducto y la huelga en la Universidad de Puerto Rico, junto a otras fotos de murales y artes en denuncia de la represión.

Agradecimientos y dedicatoria
Los agradecimientos en el libro fueron dirigidos al grupo de personas que ayudaron en la edición escrita, quienes a su vez fungieron como editores y críticos; al artista Pablo Marcano García, quien cedió el arte de la portada, una imagen pictórica de la luchadora independentista y trabajadora social Doña Isabelita Rosado; a las comunidades luchadoras; y a la pionera del trabajo social en Puerto Rico, Carmen Rivera de Alvarado.

La utilidad del libro abarca diversas audiencias: trabajadores sociales, personas del trabajo comunitario, ya sean jóvenes, líderes políticos, psicólogos comunitarios, líderes de partidos políticos, etc. Siendo un sueño hecho realidad de Raquel M. Seda, ya impreso este trabajo está listo para impactar a la sociedad, para plantar ideas en los que buscan construir un mejor país. Es un libro que contiene un pensamiento innovador, con una perspectiva que no se había tratado antes y que ciertamente habrá de continuar enriqueciéndose con la práctica cotidiana. Es una buena guía también para maestros y voluntarios. Es una oportunidad de ver el trabajo social de una manera colectiva, desde una perspectiva descolonizadora y con una visión cultural fuerte, sólida y trabajada que camina hacia un futuro de grandes esperanzas.

Fuente:http://www.claridadpuertorico.com/content.html?news=67065EE1C259701E9E790380E5200B80

24 oct 2012

Economía del terror


Escrito por Osvaldo Martínez / Cubarte

El término terrorismo es uno de esos de los que se ha apropiado el poder imperialista global y lo utiliza como garrote para golpear en todas direcciones. Cualquier agresión, ilegalidad o crimen pueden cometerse bajo la justificación del combate contra el terrorismo.

Ahí están para no olvidarlos, la masacre de Iraq intentando encontrar "armas de destrucción masiva" que nunca existieron, y la guerra global contra el terrorismo que ha servido, entre otras cosas, para recortar las libertades civiles en Estados Unidos y desatar el terror global con el nombre de antiterrorismo. El fantasma del terrorismo sustituyó al fantasma del comunismo.

Si se trata de ejercer dominio mediante el terror por acciones ejecutadas por minorías, el sistema económico transnacional del capitalismo globalizado neoliberal, posee un arma de destrucción masiva no menos letal que las armas nucleares y ejerce el terrorismo como método permanente de actuación, sin que se le acuse de terrorista.

Por lo general, no se establece relación entre terrorismo y economía. No hay en ésta ataques con bombas, asesinatos, torturas. Ella aparece como terreno técnico, neutral, donde no se advierte que unos ejerzan terror contra otros.

El arma de destrucción masiva más destructiva es el sistema financiero liberalizado. El escenario donde el terrorismo económico se despliega con especial eficacia es el de las crisis económicas recurrentes, y sus agentes estelares son los especuladores, ese espécimen que tiene en la liberalización financiera el medio ambiente ideal para crecer y mandar.

Este terrorismo en la economía no mata por bomba o balas, sino por hambre, desempleo y alienación, aunque las víctimas raramente identifican a los victimarios, encubiertos tras la espesa cortina de mercados que matan con apariencia de dictámenes técnicos sin participación de culpables.

El arma de destrucción masiva por excelencia es la masa de capitales financieros que se mueven en el mercado global y que algunos autores colocan en el orden de unos 600 billones de dólares; ante los cuales el PIB mundial es apenas una pequeña fracción. Esa enorme masa financiera --verdadero poder financiero global sin regulación-- se mueve a impulsos de los nerviosos estímulos de la especulación y su capacidad destructiva es tan fuerte que puede derribar la tasa de cambio de una moneda como en 1992 ocurrió con la libra esterlina, provocar masivas fugas de capital o poner de rodillas a gobiernos, actuando sobre su deuda soberana, como ocurre ahora en Europa.

Cuando en nuestros oídos resuena la cifra de algo más de 1,000 millones de hambrientos en el mundo o el crecimiento de los suicidios de desesperados jubilados o desempleados europeos, pocos lo vinculan con las finanzas liberalizadas y la pequeña compacta élite de especuladores y banqueros, los verdaderos poderes que establecen los límites de movimiento de los gobernantes políticos.

El escenario del terrorismo en la economía son las crisis económicas que acompañan al capitalismo como su sombra. Terror ante el desempleo, la ruina de pequeñas empresas, la pérdida de la vivienda por el desplome inmobiliario, son ingrediente central de toda crisis y ellas ocurren con implacable frecuencia y en medio de una que parece interminable y desconcertante, se encuentran hoy Estados Unidos, Europa y Japón.

Crisis de la deuda externa para los latinoamericanos en 1982, crack bursátil del viernes negro en Estados Unidos en 1987, crisis inmobiliaria y financiera en Japón en 1990, crisis de la deuda en México 1995, crisis del "corralito financiero" en Argentina 2002, crisis de la "nueva economía" en Estados Unidos 2001-2002, son demasiadas crisis y son todas dosis adicionales del terror económico permanente.

Los agentes del terrorismo en la economía se pueden encontrar en directorios de las grandes empresas transnacionales y de los grandes bancos entrelazados orgánicamente con ellas, y tienen en gerentes de agencias calificadoras de riesgo, hedge funds o fondos de cobertura y en general, en los llamados "inversores institucionales" que manejan importantes masas financieras como son los fondos de pensiones, los agentes operativos que administran el terror económico tras el escudo de objetividad neutralismo de la "mano invisible del mercado".

El inmenso poder destructivo de las finanzas sin regulación desatadas por el neoliberalismo se revela en la crisis europea de deuda soberana. En Europa, como en Estados Unidos a partir del hundimiento de Lehmann Brothers en 2008, estallaron los conflictos internos del capitalismo globalizado neoliberal.

Estos conflictos pudieran resumirse en una inevitable ruptura de la inmensa masa financiera debido a que la ofensiva salarial y anti laboral impulsada con el nombre de "flexibilización laboral" tuvo un efecto dual: por un lado sostuvo la tasa de ganancia contrarrestando su tendencia decreciente y por el otro deprimió la demanda solvente y lanzó al capital financiero a una huída hacia adelante, multiplicando la especulación, achicando la economía real y manteniendo artificialmente la demanda solvente mediante el sobreendeudamiento de los hogares atrapados en las ilusiones de la especulación con el valor de la vivienda, los espejismos de la Bolsa y la trampa de las tarjetas de crédito.

El terrorismo en la economía se aprecia en sucesos extremos: ola de suicidios en Europa y banqueros exigiendo planes de austeridad que provocarán más suicidios, a los estados que los rescataron de la ruina, de la que fueron responsables por su codicia.

Los estados salvaron a las finanzas privadas aplicando paquetes de rescate con dinero público. En estricto dictamen de mercado, merecían la nacionalización, pero fueron salvados con el dinero de los contribuyentes. Una vez salvados se convirtieron en acreedores de los estados a los que la crisis misma y el costo del salvamento habían colocado en déficit. Actuando ya como acreedores de los estados, hicieron lo que mejor saben: especular y exprimir por tanto las deudas soberanas.

Un paso más ha sido exigir austeridad en el gasto aplicando ajustes que en amarga ironía reproducen los que algunos de esos estados europeos le aplicaron sin compasión a América Latina durante más de dos décadas. La austeridad en el gasto no es igual para todos. Tiene un destinatario definido en el gasto social y significa recortes en seguridad social, salud, educación, servicios públicos, y esto es terrorismo económico ejercido por una minoritaria élite financiera contra los muchos millones a los que se les hace creer además, que son ellos los culpables de la austeridad por haber disfrutado de exagerados gastos sociales.

Este terror tiene otra peculiar faceta. El neoliberalismo ha contribuido sustancialmente a desencadenar la crisis y al hacerlo ha mostrado su propia e irremediable crisis en tanto política económica y modo de plantear el funcionamiento de una economía que no lleve a un callejón sin salida, pero al mismo tiempo ha dado grandes pasos de avance en el desmantelamiento de los restos del estado de bienestar social y el sometimiento de los poderes públicos.

Es evidente que los indignados tienen razones para estarlo y también lo es que sólo una indignación que trascienda los límites de la mera indignación, elaborando un proyecto, articulando un liderazgo y estableciendo un vínculo orgánico con las muchas víctimas de la crisis capitalista, podrá dejar atrás la economía del terror.

Fuente: http://www.cubarte.cult.cu/periodico/letra-con-filo/economia-del-terror/22131.html

22 oct 2012

¿Qué está sucediendo en Panamá?


Escrito por Mauro Zúñiga Araúz / Rebelión

Panamá es un país poco conocido fuera de sus fronteras. Tiene una pequeña extensión y una población poco mayor de 3 millones de habitantes. Se sabe que un canal atraviesa nuestras extrañas y se nos vincula estrechamente a los Estados Unidos. Los amantes del boxeo nos relacionan con nuestro ídolo deportivo, Roberto Durán, uno de los mejores boxeadores que ha tenido ese deporte; los fanáticos del beisbol, con Mariano Rivera, el mejor cerrador de todos los tiempos y los conocedores de la música popular, por el bolero Historia de un Amor. En los últimos años el nombre de Panamá ha hecho bulla hemisférica por los grandes escándalos de corrupción de nuestro presidente, el señor Ricardo Martinelli Berrocal y por la acción de los trabajadores de abandonar la sede de la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra, mientras él daba un discurso. También se ha conocido la masacre militar contra nuestros grupos originarios, que ha dejado muertos, heridos e invidentes y, al momento de escribir este artículo, por la represión que se está dando en la ciudad de Colón, la entrada atlántica al Canal, contra la población que protesta por la venta de los terrenos de la Zona Libre, una zona franca desde hace varias décadas. Ya los militares asesinaron a un menor de nueve años que contemplaba los disturbios desde el balcón de su residencia. No fue casual que el propio Presidente se encargara de anunciar los aumentos salariales a los militares. Así los incorpora con mayor firmeza a sus objetivos.

He señalado en Rebelión que Panamá es la mejor vitrina para estudiar la implementación del modelo neoliberal. Tenemos un Presidente, quien además de ser un empresario millonario, es un individuo con un desmedido afán de fortuna y de Poder. Tiene un control absoluto de todos los órganos del Estado y una injerencia directa en casi todos los medios de comunicación social. Por ello está ejecutando todas las medidas privatizadoras que ha determinado el imperio. Lo hace a expensas de las protestas, las que están muy mediatizadas por la falta de una entidad convocante que defina como objetivo central el cambio de esta institucionalidad representativa, concentrante y excluyente, por una democracia participativa, incluyente y solidaria. La gente está indignada, pero sin brújula. Toda la fuerza mediática, los partidos políticos y la denominada Sociedad Civil hacen grandes esfuerzos por atemperar las energías populares con el espejismo de las elecciones generales de 2014; sin embargo, el Presidente Martinelli Berrocal no se cansa de enviar mensajes de diferentes tonalidades, de que, si hay elecciones para esa fecha, él va de candidato o una persona que tenga su aval, sea del partido político que sea, tanto del gobierno, como de la oposición; porque en Panamá no hay ninguna corriente política que cuestione el modelo de oferta/demanda, pilar del capitalismo. Hace pocos días escogió al magistrado Araúz para integrar el Tribunal Electoral. Este señor ya había hecho pública sus inclinaciones hacia la reelección.

Martinelli Berrocal es el presidente ideal del Imperio. La alianza de gobierno con el candidato de oposición se selló en la embajada de los Estados Unidos. El otro candidato, Juan Carlos Varela, quedó como vicepresidente de la República; pero la alianza se rompió hace un tiempo, sin pena ni gloria para la población. El presidente ejecuta, sin ningún escrúpulo, todo el menú privatizador que se le tiene asignado a Panamá. El alto vuelo de la corrupción gubernamental, denunciado a diario por la sociedad, no le hace mella a un gobierno que tiene a los Amos del Mundo acariciándole las espaldas.

Fuentes: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=158011

1 oct 2012

Día Nacional de Abjasia: "Día de la Victoria"


 Escrito por la Embajada de la República de Abjasia en Venezuela

El 30 de septiembre de 1993 la República de Abjasia obtuvo su independencia. Hoy, ya son varios los estados que reconocen la soberanía de Abjasia, incluyendo también a la República Bolivariana de Venezuela.

Después del colapso de la Unión Soviética, Georgia se separó de la URSS. El 14 de agosto 1992, el ejército de Georgia, apoyadas por tanques y aviones, invadió Abjasia. El Comandante del Consejo de Estado de Georgia dijo: "Toda la población de Abjasia será destruido."

El año siguiente, el pueblo de Abjasia, con el apoyo de los Pueblos de las Montañas del Cáucaso y de los cosacos de Rusia, enviaron los invasores georgianos de vuelta, más alla de la frontera histórica de Abjasia.

Pero en 2008, y justo en el día de la inauguración de los Juegos Olímpicos, el presidente georgiano Mikhail Saakashvili daba la orden de abrir fuego contra la pacífica ciudad de Tshinval, la capital de Osetia del Sur. Existiera tambíen un plan similar contra Abjasia.

Todo esto constituyó una clara prueba de que la convivencia de abjasos, osetios y georgianos en un solo estado ya no era posible. Es por eso que Rusia el 26 de agosto de 2008, en una decisión justa, finalmente reconoció la independencia de Abjasia y Osetia del Sur como estados soberanos y nuevos miembros de la comunidad internacional.

No pasó mucho tiempo desde el reconocimiento de Abjasia y Osetia del Sur por parte de Venezuela. La República Bolivariana de Venezuela, en nombre del Presidente Hugo Chávez Frías, entiende la esencia histórica y la situación general en el Cáucaso. La firma de los documentos sobre la amistad y la cooperación entre ambos países demuestra claramente la unidad de puntos de vista de las partes en la solución de problemas internacionales y regionales.

En Abjasia la fecha de 30 de septiembre es conocido como el Día de la Victoria y también como Día de la Liberación. Desde 1993, esta fiesta se ha celebrado para conmemorar la salida de las fuerzas invasoras georgianas de Abjasia. Hay un desfile de las Fuerzas Armadas de Abjasia, así como festivales de música y baile a lo largo y ancho de la república.

Fuente: http://www.abjasia.org.ve/diavictoria.html

27 sept 2012

Mirando al Sur: Betances y Venezuela


Por Vilma Soto Bermúdez / MINH

El 23 de septiembre pasado se conmemoró en Puerto Rico su gesta de independencia conocida como el Grito de Lares. Este hecho de 1868 fue dirigido por el Padre de la Patria: Ramón Emeterio Betances.

Betances, (Cabo Rojo, 1827 - París, 1898, escritor, médico, abolicionista y revolucionario) que desde el exilio recolectaba armamentos  y dirigía a los insurrectos, fue detenido y las armas confiscadas, amén de que el día establecido para el levantamiento tuvo que adelantarse debido a que el gobierno español se enteró de los planes libertarios.

Las armas no llegaron. Las fuerzas españolas doblegaron a los patriotas… pero eso no fue el fin de la lucha. Betances, el eterno exiliado, continuó su labor revolucionaria, no solamente por su Patria, sino, además por la Cuba en armas, de quien fuera su delegado en París.

Tuve el honor hace unos años, de que el historiador Félix Ojeda Reyes, quien ha dedicado su vida al estudio y a  la recopilación de los escritos del prócer, sabiendo que estaba trabajando con la Revolución Bolivariana en el Proyecto Emancipación, se comunicara conmigo para indicarme que buscara ciertos artículos de Betances en la Biblioteca Nacional.

Tras rebuscar en la prensa de la época hallé varios de sus escritos en El Federalista. Nunca algo me había conmocionado tanto. Empecé a llorar, no de tristeza, sino de orgullo patrio. Sus palabras le dieron sentido a mi concepto de Patria Antillana, de Patria Grande. Estaba en presencia de nuestra historia. Encontré a Betances en Venezuela.

A Betances se le reconoce como uno de los principales forjadores de la conciencia antillanista y figura ideológica de la independencia americana.

La pluma de Betances lo convirtió en uno de los intelectuales más leídos de Nuestra América. Al igual que Bolívar y Martí, fustigó tanto al gobierno colonial imperante, como al imperialismo de EEUU.

De él dejamos aquí una cita: «No quiero colonia ni con España ni con Estados Unidos, ¡qué hacen los puertorriqueños que no se rebelan!»

*Mirando al Sur, columna semanal del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico en el periódico del gobierno bolivariano de Venezuela, Correo del Orinoco.

Fuente: http://minhpuertorico.com.ar/

12 sept 2012

Mirando al Sur: Pedro Albizu Campos


Por Ángel Rodríguez León / MINH

Pedro Albizu Campos
Cada 12 de septiembre, los puertorriqueños conmemoramos el natalicio de Pedro Albizu Campos, nuestro más grande revolucionario del siglo XX.

Albizu irrumpió en la política puertorriqueña durante la década de 1930. Una economía de explotación que sumía a la mayoría de los puertorriqueños en la miseria, mientras un puñado de empresas de EEUU ganaban millones,  gobernadores yanquis que ejercían un poder tiránico y un sistema de instrucción que pretendía eliminar el español como idioma vernáculo formaban el cuadro del país.

En ese contexto, Albizu asume la presidencia del Partido Nacionalista. Bajo su liderato, ese partido se constituyó en la más frontal oposición al régimen colonial. Albizu reivindicó el uso de la violencia revolucionaria para combatir la violencia imperial, lo cual condujo a una serie de enfrentamientos sangrientos entre nacionalistas y las fuerzas coloniales. Corrió la sangre de ambos lados, sacudiendo las conciencias de la Nación y poniendo en jaque al imperialismo. La represión fue brutal en los años 30.

En 1950, la Revolución Nacionalista fue una contundente denuncia ante el intento yanqui de engañar al mundo, diciendo que resolvería el problema colonial puertorriqueño. Cuatro años después, el nacionalismo volvió a sacudir al imperio, con el ataque al Congreso de EEUU.

Albizu contribuyó a devolverle al pueblo una autoestima herida por el aparato ideológico imperial. Reafirmó el carácter de PR como nación latinoamericana y le imprimió a la lucha por la independencia un carácter profundamente ético.

Hoy, si bien podemos asumir tácticas diferentes a las suyas en la lucha por la independencia, su figura se erige como faro de luz moral que, en su día, alumbrará a todos los puertorriqueños. Ahora, los que seguimos su ideal tenemos la obligación de honrarlo con nuestro trabajo diario.

*Mirando al Sur, columna semanal del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico en el periódico del gobierno bolivariano de Venezuela, Correo del Orinoco.

Fuente: http://www.otropuertoricoesposible.org/2012/09/mirando-al-sur-pedro-albizu-campos.html

A 39 años del Golpe de Estado en Chile


Por Alejandro Torres Rivera / MINH

Salvador Allende
El pasado 11 de septiembre de 2012 se cumplieron 39 años del fatídico Golpe de Estado en Chile mediante el cual se derrocó el gobierno constitucional democráticamente electo en este país suramericano.

Los antecedentes de este Golpe de Estado perpetrado en 1973 se remonta a las elecciones presidenciales de 1970, cuando una coalición de fuerzas progresistas integradas por el Partido Radical, el Partido Socialista, el Partido Comunista, el Movimiento de Acción Popular Unitario, el Partido de la Izquierda Radical y la Acción Popular Independiente, a los cuales más adelante se les incorporaría también la Izquierda Cristiana y el MAPU Obrero Campesino, junto al apoyo de la Central Única de Trabajadores y sectores independientes agrupados bajo los Comités de Unidad Popular crearon precisamente la Unidad Popular como estructura de unidad política que vino a sustituir el Frente de Acción Popular. El candidato a la Presidencia de Chile en estas elecciones fue el Dr. Salvador Allende Gossens, quien en tres elecciones anteriores había figurado como candidato a la presidencia de la república por el Partido Socialista.

El programa político bajo el cual la Unidad Popular impulsó la candidatura de Allende se plasmó en el “Programa Básico de la Unidad Popular y las 40 primeras medidas del Gobierno Popular”. Entre las medidas más importantes propuestas en este programa se encontraban: la participación de los trabajadores en las empresas mediante procesos de cogestión; la eliminación del latifundismo mediante un programa de reforma agraria; la nacionalización de la banca, las empresas principales, el cobre; y finalmente la implantación den Chile de tres áreas principales de propiedad que incluían las empresas sociales, las empresas mixtas y las empresas privadas. La propuesta de la Unidad Popular postulaba la posibilidad de la transición pacífica, dentro de la legalidad burguesa que suponía el orden constitucional vigente, al socialismo. Se trataba de un nuevo paradigma revolucionario en una época en América Latina donde todavía la vía armada inspirada por el proceso revolucionario cubano era referente de la izquierda latinoamericana.

El triunfo de la Unidad Popular en Chile no respondió a una mayoría absoluta sino que fue un triunfo mediante la pluralidad del voto. La Unidad Popular logró captar el 36.3% de los votos (1, 075,616), el candidato independiente de derecha Jorge Alessandri Rodríguez obtuvo el 34.9% de los votos (1, 036,278) y la Democracia Cristiana el 27.9% de los votos (824,849). Dentro de esta pluralidad, a Unidad Popular nunca tuvo el control de la Cámara de Diputados, lo que dificultó el proceso de aprobación de medidas incluidas en el Programa de la Unidad Popular.

Se indica que a raíz del triunfo de Allende en las elecciones la decisión de la Administración de Richard Nixon en Estados Unidos fue primero la de procurar impedir que pudiera juramentar como Presidente para lo cual se diseñaron dos estrategias: la primera conocida como Track One, que consistía en que el Congreso eligiera Presidente a Alessandri para que luego este renunciara y se convocara a nuevas elecciones donde el candidato de toda la derecha sería Eduardo Frei, el cual fue madrugado gracias a un entendido entre la Unidad Popular y la Democracia Cristiana en el que cada uno se había comprometido a reconocer la victoria del otro si el margen del triunfo era mayor de 5 mil votos mientras que el pacto con Alessandri era tal reconocimiento si el margen era por más de 100 mil votos. La condición impuesta por la Democracia Cristiana fue que Allende no se saliera en su gobierno del marco que le establecía y definía la Constitución.

La segunda estrategia se conoció como el Track Two, mediante el cual si Allende accedía a la Presidencia, se desarrollaría un clima de inestabilidad política de manera que las Fuerzas Armada asumieran el control de país. Parte de la ejecución de esta segunda vía fue la implantación en Chile de la propuesta hecha por Henry Kissinger de desarrollar contra el gobierno de Allende un boicot económico, la negación de créditos y el embargo del cobre chileno.

En las elecciones parlamentarias acaecidas en marzo de 1973 la Unidad Popular obtuvo el 43.5% de los votos mientras que la derecha ya unificada obtenía el 54.6%. El objetivo de la derecha era obtener dos terceras partes de los asientos en el parlamento de manera que pudieran emitir una acusación constitucional contra Allende para alejarlo de la Presidencia. El clima de desestabilización social y económico a la par que un intenso trabajo con las Fuerzas Armadas para que rompieran con su tradición constitucionalista polarizó también las opciones de las fuerzas de la izquierda chilena, particularmente el debate sobre cuál debería ser la respuesta a dar a aquellos que conspiraban contra el gobierno de la Unidad Popular.

El primer intento de Golpe de Estado se produjo el 29 de junio donde un grupo de militares sublevados al mando del Coronel Roberto Souper intentaron tomar el Palacio de la Moneda. La intentona dejó un saldo de 20 muertos por lo que Allende, entendiendo la gravedad de la situación propuso una consulta electoral donde el pueblo se expresara en favor o en contra de la continuidad de su Gobierno. La propuesta encontró reservas incluso entre miembros de su propio partido algunos de cuales consideraba que tal proceder era “una renuncia a los logros alcanzados”. Precisamente en el mes de septiembre Allende hizo un nuevo esfuerzo en esta dirección y nuevamente ocurrió el rechazo de miembros de su propio partido. El propio Pinochet había sido puesto en conocimiento por Allende de la idea de la consulta desde el 9 de septiembre, día en que el General se sumaba a los golpistas. La víspera del Golpe de Estado, el 10 de septiembre, Orlando Letelier quien actuaba como Ministro de Defensa logró convencer a la dirección del Partido Socialista de que retiraran su oposición a la consulta. Para entonces ya era muy tarde.

Es importante destacar que el 10 de septiembre, mientras el Ejército se acuartelaba para el Golpe, la escuadra naval chilena se sumaba al Ejercicio UNITAS programado por el Segunda Flota (Flota del Atlántico). El 11 de septiembre en la madrugada, sin embargo, la escuadra naval chilena reaparecía en Valparaíso mientras el Ejército controlaba la ciudad... Lo demás es ya historia.

Mientras la Fuerza Aérea bombardeaba el Palacio de la Moneda y los carabineros y unidades blindadas se hacían fuertes en el control de las ciudades y campos en Chile, Salvador Allende se inmolaba en su despacho antes de dejarse capturar por los golpistas.

Los números más conocidos de las atrocidades ocurridas posteriores al golpe da la cifra de más de 3 mil asesinados, 35 mil torturados, un millar de detenidos desaparecidos y más de 200 mil exiliados.

Mientras esto ocurría en Chile, en Argentina la Dictadura Militar instaurada asesinaría más de 20 mil argentinos. Igual ocurriría en países como Uruguay, Paraguay, Brasil, por solo mencionar los más documentados en muertes y torturas, todos bajo el entrenamiento y  la protección de Estados Unidos como parte de la llamada Operación Cóndor. La Dictadura implantada en Chile, además, sería el tubo de ensayo desde el cual se experimentaría en América Latina, incluso hasta nuestros días en muchos de nuestros países, las llamadas política neoliberales en las economías.

A pesar de que desde el 11 de marzo de 1990 Pinochet debió abandonar su cargo y comienza la llamada “transición” en Chile, y a pesar de que desde el 15 de enero de 2006 asumió la Presidencia de Chile Michelle Bachelet por el Partido Socialista y como tal completó su mandato dando paso a un nuevo gobierno de corte neoliberal, todavía en Chile sobreviven las instituciones económicas y políticas legadas por el periodo de la Dictadura, incluyendo su Constitución vigente.

Fuente: http://www.otropuertoricoesposible.org/2012/09/a-39-anos-del-golpe-de-estado-en-chile.html#.UFEr-mijiAU.facebook

29 ago 2012

Educación política para los jóvenes

Juan Antonio Corretjer y Pedro Albizu Campos

Por Perla Franco/ Claridad
Publicado: miércoles, 29 de agosto de 2012

Bajo el nombre de Instituto Hostosiano de Educación Política (InHEP) hace poco más de año y medio que los jóvenes del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano crearon una instancia educativa de formación política basada en los valores y la moral de Eugenio María de Hostos.

Desde el 13 de enero de 2011 este Instituto ha ofrecido cursos en esa dirección para formar jóvenes capaces de entender la realidad política que vive Puerto Rico.

Bajo el nombre de Instituto Hostosiano de Educación Política (InHEP) hace poco más de año y medio que los jóvenes del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano crearon una instancia educativa de formación política basada en los valores y la moral de Eugenio María de Hostos.
Desde el 13 de enero de 2011 este Instituto ha ofrecido cursos en esa dirección para formar jóvenes capaces de entender la realidad política que vive Puerto Rico.

Comenzando el próximo 5 de septiembre, InHEP iniciará una nueva sección de cursos que incluirá el pensamiento político de patriotas como Ramón Emeterio Betances, Hostos, Pedro Albizu Campos, Gilberto Concepción de Gracia, Juan Antonio Corretjer, Juan Mari Brás y Filiberto Ojeda Ríos. Otros temas que se abordarán serán la Historia Política del siglo XX y el Movimiento Independentista, los pasados 60 años del ELA, el Colonialismo y la Situación Internacional de Puerto Rico y el Caribe y la Calidad de Vida, Salud y Desarrollo Social.

Destacados independentistas serán los facilitadores de estos cursos. Éstos son: el historiador Francisco Moscoso, el doctor y profesor Carlos Rivera Lugo, la doctora Sonia Cepeda, la profesora Vivian Auffant, el abogado y expresidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico, Carlos Mondríguez, el economista Néstor Nazario, la abogada Wilma Reverón, el doctor Héctor Pesquera, y los profesores Juan Manuel Delgado, Julio Muriente Pérez y Ángel Rodríguez León. A ellos se unirá como facilitador, el Coordinador del InHEP, Ángel Enrique Rodríguez Castro.

Los cursos serán los miércoles 5, 19 y 26 de septiembre; 3, 10, 17 y 31 de octubre; y 14, 21 y 28 de noviembre a las 7:00pm en el local del MINH en Puerto Nuevo. Para reservar su espacio o para mayor información puede comunicarse al 939-273-0580. Además puede conseguir información en: institutohostosiano@hotmail.com o en Factbook: INHEP. Igualmente en el Blog: inhep.blogspot.com

Fuente: http://www.claridadpuertorico.com/content.htmlnews=7251443BC5B3F3B46CADE9ED27E1A10A

26 ago 2012

Los sesenta: Revolución cubana contra los colonialismos y necesidad de Fanon


Escrito por Fernando Martínez Heredia / La Jiribilla

A partir de 1959, la Revolución cubana anunció desde el Caribe el inicio de un nuevo período histórico, que tenía que resultarle anormal e inaceptable a las lógicas propias de los sistemas sociales para los cuales el conflicto antagónico y la acción de los oprimidos no constituyen escenarios ni opciones posibles.

Los capitalistas no habían ido más allá de los replanteos de la posguerra: predominio mundial de Estados Unidos; reformas sociales internas y democratización política en los países “centrales”; rechazo inicial a la independencia de la mayoría de las colonias, que fue derrotado por la actuación de pueblos organizados y por el reconocimiento de que esas independencias eran inevitables; y el logro o los intentos de pasar, en todas partes del llamado Tercer Mundo, al tipo de dominación neocolonial propio de la madurez del capitalismo y de las exigencias del anticolonialismo.

Lo inaceptable para el sistema de dominación eran las revoluciones de liberación nacional, que implicaban verdadera autodeterminación de los pueblos, triunfo de la justicia social para las mayorías, soberanía nacional y proyectos propios. Para los imperialistas, el llamado “mundo libre” debía ser intangible. Por su parte, la Unión Soviética y el campo de países y de organizaciones políticas que ella lideraba tampoco creían posible cambios revolucionarios profundos fuera del nuevo esquema mundial creado entre las mayores potencias en 1945. Una revolución socialista en América Latina era impensable.

Sin embargo, el mundo mostraba cada vez más señales de la emergencia de nuevas identidades, resistencias, luchas, ideas y proyectos provenientes de aquellas personas y pueblos que durante toda la maravillosa y horrorosa época que han llamado moderna ―es decir, la época del desarrollo y la mundialización del capitalismo― habían sido excluidos de gozar totalmente de la condición humana, ser realmente libres, tener oportunidades de satisfacer sus necesidades básicas o lograr ascenso social, y ser considerados iguales en toda la gama de situaciones que va desde los planos más íntimos hasta las relaciones internacionales. Sobrevino un tiempo de revoluciones en Asia y en África, y la emergencia de países y movimientos de esas regiones que se coordinaban para conquistar o defender su autonomía frente al imperialismo e intentar desarrollar su economía. Los que habían aceptado ser subalternos y considerados inferiores ahora se reconocían, orgullosos de sí mismos, y se levantaban contra el racismo, las desigualdades y el orden social que había promovido y sostenido aquellas iniquidades.

Entre 1959 y los años sesenta Cuba vivió grandes transformaciones revolucionarias, invenciones, batallas, desafíos, desgarramientos, disyuntivas y urgencias, todo en un plazo muy breve, con la condensación del tiempo que produce una gran revolución. Al mismo tiempo, tanto el objetivo, la capacidad de motivar, movilizar y obtener devociones y sacrificios, como el proyecto trascendente, necesitaban ser intencionados, originales y creativos, para lograr liberar el país, las personas, las relaciones sociales, las instituciones, defender la revolución de sus enemigos, satisfacer las necesidades y las expectativas crecientes de la población y desarrollar una nueva organización social.

Pero se expandía la conciencia de que todo aquel movimiento sería la premisa para procesos de liberaciones cada vez más profundas y abarcadoras, capaces de subvertir hasta sus propias creaciones previas, en busca de nuevas personas, una nueva sociedad y una nueva cultura. Porque la Revolución había franqueado el acceso a un formidable avance de la conciencia: la certeza de que todas las sociedades modernas funcionan garantizando la reproducción general de las condiciones de existencia de la dominación de clase y la dominación nacional, y que han sido y son capaces de reabsorber procesos que una época fueron revolucionarios, aunque en su saldo queden cambios que resulten muy positivos.

Frente a aquellas necesidades tan gigantescas como tan poco definidas, el país confrontó graves problemas: la Revolución entera, con sus realidades y sus sueños, era muy superior a la reproducción esperable de la vida social a partir de las realidades con que el país contaba. Y en el terreno internacional, duro condicionador de la empresa de llevar a término el socialismo de liberación nacional, la inadecuación era muy grave también. Solo tendré en cuenta la situación que se creó en lo que atañe a sus relaciones con el mundo espiritual, las ideologías y el pensamiento.

Cuba poseía una enorme acumulación cultural revolucionaria previa, que concurrió en muy alto grado al triunfo de 1959. Pero dentro de ella, las ideas no estaban a la vanguardia. El pensamiento, la propuesta y el proyecto revolucionarios de José Martí, tan atinados para enfrentar la situación de fines del siglo XIX, tuvieron la grandeza de trascender mucho a su circunstancia cubana, latinoamericana y caribeña. Pero la primera república burguesa neocolonial implicó un duro retroceso respecto a Martí, al mismo tiempo que fue introduciendo nuevas contradicciones y conflictos. La Revolución del 30 provocó una profunda ruptura ideológica. Socializó la convicción de que los cubanos eran capaces de autogobernarse, una dimensión política muy desarrollada, una institucionalidad sumamente avanzada y un complejo ideológico que incluía el antimperialismo, la intervención estatal, la democracia como un valor superior y el socialismo. Pero el sistema capitalista neocolonial y sus nefastas consecuencias permanecieron incólumes. Durante la segunda república, la hegemonía tuvo que complejizarse una vez más para evitar una nueva revolución, la inadecuación entre las dimensiones de la formación social se agudizó y las formulaciones ideales e intelectuales no parecían tener relevancia efectiva.

Tan poco explicable resultó la Cuba en revolución que en 1959-1960 se decía de ella que no tenía ideología. Después de las nacionalizaciones masivas y la batalla de Girón quedó expreso que Cuba era socialista, pero al mismo tiempo se desplegaron serias diferencias y algunos conflictos dentro del campo de la Revolución acerca de cuestiones fundamentales de comprensión del socialismo. Muy próximo a la muerte, en aquel año de Girón compuso Frantz Fanon su libro Los condenados de la tierra.

Los años sesenta cubanos fueron un capítulo de enorme importancia en el crecimiento del pensamiento revolucionario producido por el Tercer Mundo. En un país sumamente occidental triunfó la primera revolución antineocolonial en el mundo, que asumió un socialismo de liberación nacional y proclamó ser, por boca de Fidel, “la revolución democrática de los humildes, por los humildes y para los humildes”. Pero había que poner al pensamiento a la altura de los hechos, de los problemas y de los proyectos, porque él debía ser un auxiliar imprescindible, un adelantado y un prefigurador.

Sucedió entonces una colosal batalla de las ideas, que después fue sometida en su mayor parte al olvido y que está regresando, en buen momento, para ayudarnos a comprender bien de dónde venimos, qué somos y adónde podemos ir. El democratismo de los años cuarenta y cincuenta, que contribuyó a formar ciudadanos más capaces y exigentes, no pudo encontrar su lugar en medio de la tormenta revolucionaria. El socialismo del campo soviético no podía servirle al propósito liberador; el hecho de ser la URSS el principal aliado que tuvimos y el entusiasmo con que nos abalanzamos sobre el marxismo más bien fueron factores de confusiones y perjuicios en los campos de la política y del pensamiento. La teoría de Marx, Engels y Lenin había sido reducida por aquel campo a una ideología autoritaria, destinada sobre todo a legitimar, obedecer y clasificar. Necesitábamos un marxismo creador y abierto, debatidor, que supiera asumir el anticolonialismo más radical, el internacionalismo en vez de la razón de Estado, un verdadero antimperialismo y la transformación sin fronteras de la persona y la sociedad socialista, como premisas para un trabajo intelectual que fuera indeclinable en su autonomía y esencialmente crítico. Un marxismo que no se creyera el único pensamiento admisible, ni el juez de los demás.

“Pensar con cabeza propia”, entonces, no era una frase, sino una necesidad perentoria. Fidel y Ernesto Che Guevara fueron maestros en aquel arte, que es tan difícil, porque el colonialismo mental resulta el más reacio a reconocerse, quizás porque porta las enfermedades de la soberbia y de la creencia en la civilización y la razón como entes superiores e inapelables. La Revolución verdadera, sin embargo, todo lo puede, y en aquellos años sesenta se reunieron las grandes modernizaciones y el ansia de aprender con el cuestionamiento de las normas y las verdades establecidas, la entrega completa y la militancia abnegada con la actitud libertaria y la actuación rebelde, la polémica y el disenso dentro de la Revolución. Como sucede en estos casos, los más jóvenes primábamos sobre el terreno, pero unidos con personas de todas las edades y sacándoles provecho a sus conocimientos. En todo caso, estaba claro que el pensamiento determinante también tendría que ser nuevo.

Por otra parte, para pensar con cabeza propia hay que tener instrumentos, y por eso leer era una fiebre. Junto a las obras y las palabras de cubanos, una gran cantidad de textos y autores de otros países se consumían o se perseguían. Además de los autores clásicos del marxismo, en el terreno del pensamiento de mayor alcance descollaron en aquellos años dos personalidades que nos ganaron enseguida: Antonio Gramsci y Frantz Fanon. En realidad no estaban tan lejos entre sí estos dos isleños ―uno de Cerdeña y otro de Martinica― que tuvieron sus experiencias decisivas y escribieron sus obras principales a ambos lados del Mediterráneo, y que murieron demasiado temprano. Esto lo expreso ahora, tantos años después, pero en aquel momento, sin darme cuenta del parentesco, los asumí a ambos con gran naturalidad, como hermanos que eran en un tipo específico de pensamiento, y ayudas providenciales para satisfacer mi necesidad.    

Fanon nos brindó unas tesis poderosas, atinentes a cuestiones esenciales para nosotros y salidas de nuestro mundo. El colonialismo, el imperialismo y el racismo de mediados del siglo XX, reales, no abstracciones acerca de ellos ni estructuras de pensamiento y cuerpos teóricos en los que nosotros ―los del Tercer Mundo― éramos siempre corolarios subalternos, “casos particulares”, folklore, vecinos molestos o lugar de olvidos. Los hechos y los procedimientos que caracterizan a esos enemigos de la humanidad y del planeta, pero también los sujetos que ellos producen, asumidos sin ceguera ni paternalismo. Y todo el trabajo de Fanon enrumbado por una brújula: la acción revolucionaria o la necesidad de ella, la ruptura violenta de los órdenes de dominación como la posibilidad de la institución de personas y sociedades nuevas, acción y ruptura a las que dedicaba su intelecto y su pasión. La argumentación de sus tesis poseía una riqueza extraordinaria y convincente, asistida por ciencias o por la profesión que él dominaba, y su prosa, tan hermosa, recorría la gama que va desde el opúsculo de verbo quemante hasta el análisis más ecuánime o el encanto del narrador.

Con Fanon estábamos siempre en los temas nuestros. En la unión y la simultaneidad imprescindible del socialismo y la liberación nacional, tan poco entendida o negada a lo largo del siglo, desde posiciones diversas. En la urgencia de conocer de verdad al ser humano que es producido por el capitalismo, el colonialismo y el racismo, un requisito para darles estrategia, tácticas, efectividad, masividad y permanencia a los cambios profundos de las personas y las relaciones sociales. En el análisis riguroso y concreto de los procesos que se viven en una revolución, los rasgos generales y las tendencias, los papeles que tiene la actuación y, al mismo tiempo, las influencias que reciben los que actúan y sus reacciones ante ellas. En la recuperación de temas que pueden parecer inconvenientes, o causa de distracción y confusión, cuando en realidad son indispensables si lo que se pretende es pelear y construir para liberar a todos y liberarnos de todas las dominaciones.

El racismo, ese elemento que formó parte de la constitución de la cultura cubana y fue tan importante en el sistema de dominación en el siglo XIX, que tiene una historia inseparable de nuestras luchas de liberación, fue golpeado muy duramente por la Revolución que triunfó en 1959, en sus bases y en su capacidad de reproducción social. Pero muy pronto el antirracismo fue pasado a un plano tácito, y fiados sus objetivos al del cumplimiento de los fines más generales del proceso, que debía traer aparejado la superación del racismo. El pensamiento cubano de esos años no fue fuerte en este tema. Por eso la publicación en nuestro país de Piel negra, máscaras blancas, en 1968, fue un suceso tan importante.

Era un momento crucial en el esfuerzo de máxima profundización del socialismo cubano, y el país seguía inmerso en su combate internacionalista, cuando apareció aquel libro como un rayo de luz, para ayudar a situar mejor ambos esfuerzos ante necesidades apremiantes. Comprender la diversidad real de componentes y de situaciones que existen en el seno de un pueblo políticamente unido, pero también percibir las deformaciones y las inequidades que parecen naturales en la vida cotidiana ―donde la consecuencia es convertida en causa―, males que de un modo u otro disminuyen o envenenan a todos y obstaculizan la posibilidad de crear personas nuevas. Conocer concretamente las funciones que cumple el racismo a favor de la opresión de clase en el capitalismo, pero sin negar la existencia de las razas como construcciones sociales determinadas y como identidades de opresión y autodisminución del oprimido, y entender las salidas diferenciadas que tienen los racializados, desde tratar de ser aceptados como si fueran blancos hasta luchar contra todas las dominaciones. Es decir, complejizar tanto la creación del socialismo como las batallas caribeñas, latinoamericanas y mundiales.

Aunque escrito dieciséis años antes, aquel libro tuvo un prestigio e influencia aún mayores, porque ya Los condenados de la tierra se había establecido en el pensamiento radical cubano como uno de los pilares del pensamiento marxista que debíamos desarrollar para estar a la altura de la Revolución y su proyecto.          

Al concluir Piel negra, máscaras blancas, Fanon se encomendaba al Marx de El 18 Brumario. Ahora, el título mismo de su libro mayor anunciaba su posición. Desde 1961, los cubanos habíamos puesto a La Internacional en un lugar muy importante entre los símbolos revolucionarios. Aunque poco tiempo después cayeron en el descrédito varias expresiones, axiomas o lugares comunes del pretendido socialismo mundial, La Internacional siguió expresando la determinación de los cubanos y su devoción a la causa socialista. Era la canción de los humildes, a los que la lucha por una revolución hecha por los humildes y para los humildes convirtió en proletarios. Y ahora venía Frantz Fanon a rescatar el verso inicial del comunero, y le daba una nueva identidad al mismo tiempo que restituía su propósito: los condenados de la tierra somos nosotros, y mediante la lucha revolucionaria vamos a abrirle desde el Tercer Mundo un nuevo cauce a la liberación de todas las personas y de todos los pueblos del mundo.

Apunto, en forma telegráfica, un poco de la riqueza de esta obra. La violencia revolucionaria como praxis y como noción teórica es central en su argumentación. Un triunfo descomunal del capitalismo actual ha sido convertir la demonización de la violencia en uno de los dogmas políticos más aceptados y sentidos por una masa enorme de oprimidos del mundo que están activos en cuestiones sociales y políticas. Se convierten así en agentes de su propio desarme, que se ofrecen inermes e inculcan inacción en todo su entorno. Lo peor es que la apariencia de esa demonización es moral y de defensa de los valores del ser humano. Mientras, no existe freno alguno para la violencia masiva imperialista, que siega vidas por cientos de miles, ni para el asesinato selectivo que se exhibe con jactancia, ni para las incontables formas de violencia que se practican cotidianamente contra las mayorías del mundo. A los pobres les queda ejercitar y ser víctimas de la violencia común, un cáncer inmenso que opone a los de abajo contra sí mismos y los deshumaniza, a la vez que alimenta grandes negocios capitalistas.

El legado de Martí tuvo que esperar por las revoluciones de mediados del siglo XX. Mao, Ho Chi Minh, Fidel, el Che, Fanon, son sus continuadores en una nueva época histórica que ya había desplegado el mundo que aquel cubano vio venir. Para Martí, la violencia revolucionaria también era indispensable como escuela de personas nuevas que se apropiaran totalmente de su condición humana, se capacitaran como combatientes y ciudadanos, y aprendieran a sustituir el egoísmo por la hermandad y la solidaridad. La guerra sería la escuela de los hombres y mujeres para ser del todo humanos, y la garantía de que fuera posible crear una república nueva.

La violencia de Marx es la partera de la historia, es la condición sin la cual la conciencia y la organización de clase no destruirían el capitalismo, es lo que permite al proletariado devenir poder revolucionario e iniciar el fin de todas las dominaciones. La violencia de Fanon, como la de Martí, es partera ante todo porque permite al colonizado convertirse en un nuevo ser humano: “la ‘cosa’ colonizada se convierte en hombre en el proceso mismo por el cual se libera”. Pero Fanon ya se vale de los nuevos adelantos de campos del conocimiento de los seres humanos, y se vale del marxismo, que domina y utiliza de un modo creativo. Eso le permite también inscribir los conflictos y las situaciones concretas en totalidades aptas para comprender el sentido de ellos y orientarse.

Sugiero leer con cuidado esta tesis de la violencia de Fanon ―que también le ha costado ser echado a un lado durante un largo período―, discutirla y ponerla en relación con aquel triunfo cultural del imperialismo.      

No puedo referirme ya a sus ideas sobre la necesidad de que los rebeldes creen su organización política, y las características que ella está obligada a tener para ser realmente revolucionaria, ni aludir a sus riquísimos y polémicos análisis sobre la cultura nacional y los fundamentos recíprocos entre ella y las luchas de liberación. Tampoco comentaré el capítulo “Guerra colonial y trastornos mentales”, tan rico en datos y sugerencias, pero que después de la ordenada exposición de tesis tan importantes que ha hecho pudiera parecerle curioso y demasiado extenso al que todavía no se haya apoderado del todo del pensamiento de Frantz Fanon.

Pero sí puedo agradecer que frente a las tremendas necesidades de hoy tengamos otra vez a Fanon con nosotros. Y citar las palabras finales de su primer libro: “¡Oh, cuerpo mío, haz de mí, siempre, un hombre que interrogue!” Y terminar citando las palabras finales de su último libro: “hay que inventar, hay que descubrir (…) compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo”.

Nota:

(1) Palabras en la inauguración del Seminario El Caribe que nos une, en el 31º Festival del Caribe, Casa del Caribe, Santiago de Cuba, 4 de julio de 2012.


Por eso quiero el socialismo para mi país


Escrito por Ángel Pérez / Juventud Hostosiana MINH

A inicios de julio, nos preparábamos para llegar a Caracas a participar del Foro de Sao Paulo que estaría celebrándose del 3 al 6 de ese mes. Allí llegamos y, pocos días después, me enteraría de una noticia que cambiaría mi vida para siempre...

En medio del debate político y el calor de la izquierda latinoamericana, la menstruación de mi pareja no bajaba. Las emociones brincaban con la señal de embarazo de la primera prueba de farmacia. La segunda y la tercera fueron académicas, la señal era la misma.

Una vez terminada la discusión política, pedimos a los compañeros de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela que nos ayudaran a conseguir algún médico para verificar el curso de la nueva criatura. Agitados con la noticia en pleno viaje de vacaciones, decidimos proseguir la visita por el hermano pueblo, para conocer las bellezas del país. Otros compañeros de la ciudad de Puerto Ordaz fueron los que nos recibieron. Solo bastó con una llamada de Caracas para que estos jóvenes nos abrieran hasta las puertas de su casa.

La primera misión de Puerto Ordaz, fue la visita al médico. Tomamos un taxi en cual pudimos hablar y conocer a los nuevos amigos.

Hablando sobre lo impresionados que estábamos con algunas de las políticas implantadas por el Presidente Chávez, logramos ver la exaltación del conductor. Este hombre no podía hablar, pero su deseo de comunicarnos su sentir pudo más que mil palabras. Sacó una pequeña libreta y su bolígrafo. En ella escribió:

“SI CHAVEZ NO ESTUVERIA EN EL PODER YO HUVIERA MUERTO PQ NO TENIA PARA MI TRATAMIENTO. PQ LA SALUD LA IBAN A PRIVATISAR”  (SIC)

Aquel humilde señor provocó un minuto de reflexión de los que estábamos en el carro. Llegando al Centro de Tratamiento, le pedí la nota al taxista y sin ningún problema alguno me la regaló. Sin querer ser incrédulos con el testimonio del taxista, nos tocó vivir la Revolución. Llegamos al médico, mi pareja fue atendida, le realizaron los análisis médicos, hicieron un  sonograma y nos pasaron la ‘cuenta’:

“Felicidades, lleva la receta a la farmacia para que comiences a tomar las prenatales.”

Más allá de consignas fetichistas como “Socialismo es el único camino”, “Patria, Socialismo o Muerte Venceremos”, por esta razón yo quiero el socialismo para mi país. Ya no se trata que leí o que me dijeron que la medicina en Venezuela es gratis, sino yo lo viví y lo viví de una forma especial.

Hoy guardo la nota del taxista y el recuerdo de la primera cita de mi futuro hijo/a. En frente de mí nadie podrá hablar mal del proceso Revolucionario en Venezuela, ni del Presidente Hugo Chávez.

Por esa razón yo quiero el SOCIALISMO.

Fuente: http://www.minhpuertorico.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=1449:angel-perez-juventud-hostosiana-minh&catid=70:juventud-hostosiana&Itemid=90

6 ago 2012

Chomsky: "La democracia debe sustituir la hegemonía de los EE.UU."


Rafael Mathus Ruiz / (La Nación/Rebelión)

Noam Chomsky
El intelectual norteamericano, siempre crítico de las políticas de su país, se entusiasma con los movimientos de protesta popular en varios lugares del mundo, mientras advierte sobre un planeta en riesgo ecológico: "Podemos estar yendo a un precipicio", afirma.

Cinco estantes cargados de libros recorren una pared de punta a punta en las oficinas de Noam Chomsky en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Cada tanto, se ven etiquetas escritas a mano con un marcador, pegadas en los estantes con cinta adhesiva transparente: 1955, 1975, 1993, y así, hasta llegar casi hasta el presente. Descansan allí más de cien títulos, algunos en inglés, otros en español, japonés, hebreo o árabe. Todos llevan el nombre del mismo autor: Noam Chomsky.

Esa es la antesala a una charla con uno de los pensadores más prolíficos de la historia contemporánea, que a los 83 años mantiene incólume el fanatismo por su trabajo y su acérrima crítica a las políticas de Estados Unidos. Chomsky -considerado el padre de la lingüística moderna, filósofo y activista- repasa los eventos que sacudieron el planeta en los últimos años, reflexiona sobre el futuro y ofrece, sin sutileza, un panorama cuando menos lúgubre. "Si miro el mundo objetivamente, creo que será un milagro si los seres humanos sobreviven en un mundo decente dentro de cien años", afirma.

Crudo y punzante, Chomsky parece por momentos no dar tregua a la realidad o a la humanidad. Pero luego, cuando habla de las luchas protagonizadas por cientos de miles de jóvenes en Medio Oriente, Europa, Estados Unidos, México o Chile, suelta algo de optimismo, quizás empujado por su espíritu anarquista. No lo expresa con gestos o cambios en su tono de voz. Mantiene, siempre, la misma cordialidad. Sólo identifica progresos sutiles, y recuerda luchas del pasado, los cambios que vio como profesor en Cambridge, el movimiento por los derechos civiles o el feminismo, y repite, varias veces, dos cosas: no se puede vislumbrar el desenlace de las batallas actuales, y ese desenlace depende de la gente. Del 99%, no del 1% que el movimiento Occupy Wall Street puso en el banquillo.

La entrevista con Chomsky comenzó con una recomendación, implícita, a un libro: Falla de diseño ( Failure by design ), de Josh Bivens, economista integrante del Instituto de Política Económica, un centro de investigación que hizo varios análisis sobre la rampante desigualdad de Estados Unidos mucho antes de que cientos de jóvenes acamparan en el Parque Zuccotti, en Nueva York.

"Recorrieron las políticas de los últimos 30, 35 años, y las describieron como un fracaso, pero un fracaso clasista. Hay una falla de diseño, que surge de las clases sociales, que refleja las preocupaciones y los intereses de quienes diseñaron esas políticas. Para ellos, ha sido un gran éxito. Si se utiliza el imaginario del movimiento Occupy... , que por supuesto es sólo imaginario, para el 1% es un gran éxito; para el 99%, es un fracaso. Pero eso es lo que cabría esperar. Las políticas están determinadas por un estrecho sector de poder y privilegio. Funcionan para ellos, pero mire lo que sucede para todos los demás."

Esa falla de diseño, sostiene Chomksy, es la que llevó a cientos de miles a rebelarse en varios rincones del planeta.

¿Está despuntando un nuevo modelo? En busca de algunos indicios en ese sentido, Chomsky menciona, primero, algunas "propuestas de políticas", como ciertas reformas al corazón de Wall Street, o medidas para atacar la corrupción corporativa, que comenzaron a surgir tras la gran recesión de 2008. Luego, habla de un cambio "profundo, mucho más profundo", que él ve como lo más significativo del movimiento Occupy Wall Street : el desarrollo de comunidades.

"Eso es bastante significativo. Este es un país altamente atomizado. Las personas están básicamente solas. Se puede odiar todo lo que está pasando, pero no se cree que se pueda hacer nada al respecto. Romper con eso, y construir comunidades de apoyo mutuo en todo el país, eso en sí mismo es un avance significativo. Si puede ser sostenido ante la represión previsible, y puede crecer, puede hacer una gran diferencia."

Sobre esa idea, agrega que hay nuevos modelos que han ganado atención: el desarrollo de empresas en manos de trabajadores, de tipo cooperativo. "Eso parece estar aún en una etapa muy temprana, pero podría desarrollarse. Y no es una utopía. Podría ocurrir", afirma.

-¿Cómo cree que será el desenlace de este conflicto entre la sociedad civil y el poder tradicional que se ve en las protestas en distintos lugares del mundo?
-Nunca se pueden predecir esas cosas. Si alguien hubiera preguntado hace un año qué pasaría si un par de jóvenes ocupaban el Parque Zuccotti, la predicción racional, lo que yo hubiera dicho, es que iban a ser expulsados por la policía al día siguiente y que todo habría terminado. Bueno, eso no sucedió. Se encendió. Acabo de reunirme con un grupo de activistas de Chile. Si alguien hubiera preguntado un año y medio atrás qué pasaría si un grupo de estudiantes marchara en las calles para oponerse al grotesco costo de la educación y su sistema educativo clasista, hubiera recibido la misma predicción. No pasará nada. Pero resulta que sí pasó, lleva años, atrajo a otras personas, y está desafiando las bases del régimen que dejó Pinochet por primera vez. Y lo mismo en la Plaza Tahir. ¿Quién puede hacer predicciones? El desenlace dependerá de lo que haga la gente.

-¿Cuál es el cambio más significativo que provocaron las protestas?
-Hay varias diferencias entre Egipto, España, Chile, Estados Unidos y los demás. Pero hay algunos elementos comunes. En su mayor parte, es una rebelión contra el neoliberalismo, que fue un fracaso por su diseño. Es un sistema diseñado para el beneficio de un pequeño sector de privilegio y poder. Ha sido un desastre en casi todas partes. Después de un par de décadas de graves, graves desastres, finalmente, hace unos diez años, América latina ha ido levantándose. La Argentina fue uno de los primeros, de hecho. Pero Bolivia, Ecuador, Venezuela, Brasil, han estado saliendo. En Africa del Norte, en la "primavera árabe", una gran parte de las revueltas fueron en contra del neoliberalismo. Las medidas neoliberales han sido impuestas por los culpables de siempre: el FMI, el Banco Mundial, el Departamento del Tesoro, y así sucesivamente. Los países fueron muy elogiados por las instituciones internacionales, como la Argentina, que fue alabada por su economía magnífica justo el día antes de que se derrumbara totalmente. Eso es normal. Y, de hecho, el sistema fue bueno para algunos. Hubo crecimiento, y el crecimiento fue, como de costumbre, muy concentrado. Para la mayoría de la población, significó el estancamiento, y la disminución o eliminación de los sistemas de apoyo, las consecuencias habituales. También la corrupción, tremenda, que siempre viene aparejada. Y la población simplemente se levantó contra eso. En Túnez, y lo mismo en España y Grecia, y los Estados Unidos y Chile. Hay variantes diferentes, pero la misma falla de diseño.

-En América latina muchos ven dos modelos, uno vinculado a Venezuela y el otro a Brasil, ¿cuál cree que puede prevalecer?
-Depende de dónde estén las presiones y de lo que haga la gente. Otro modelo es la Argentina. Canceló, en efecto, su deuda, ante el rechazo de las instituciones internacionales y la denuncia de los economistas que advertían que iba a ser un desastre total. Pero la diferencia más extrema que yo veo es entre Bolivia y Colombia. En Colombia, por primera vez hay una voluntad seria de condenar las atrocidades de los paramilitares. Washington está siendo expulsado de todas sus bases militares en América latina, aunque está tratando de mantenerse en Colombia. Brasil es un caso interesante. En el discurso contemporáneo de Estados Unidos, es el buen ejemplo. Pero si uno echa un vistazo a las políticas de Lula, no son muy diferentes de las del gobierno de [João] Goulart en la década del 60. Bueno, la reacción de los Estados Unidos en ese momento fue organizar un golpe que estableció el primer Estado de seguridad nacional al estilo neonazi en la región, y se extendió como una plaga. Ahora la reacción es darle una palmada en la cabeza y decir "ustedes son los chicos buenos". Eso es un signo de los cambios. El poder de Estados Unidos para intervenir no es cero, pero ha declinado, y la conciencia es cada vez mayor en América del Sur, y, en cierta medida, en América Central, de que no se tiene que aceptar esa dominación.

-¿Quién cree que puede sustituir a los Estados Unidos?
-En un escenario óptimo, lo reemplazarán los propios países. Es como preguntar quién debe sustituir a una dictadura. Bueno, no otra dictadura. La democracia y la libertad deben sustituir la hegemonía de Estados Unidos. No hay necesidad de una hegemonía mundial. Y no hay nadie en el horizonte. El poder de los Estados Unidos está disminuyendo, pero Estados Unidos es abrumadoramente más poderoso que cualquier otro país del mundo.

-Pero, ¿cree que es esperable que el multilateralismo tenga éxito? Vemos estancamiento en Siria, la cumbre de Río fracasó, y en Europa, los líderes no parecen atinar a dar una respuesta contundente...
-En Europa hay más fallas de diseño. Las políticas de austeridad en la recesión casi con garantía dañarán a las economías, aunque el Banco Central Europeo está empezando a reconocer eso. Es una falla clasista que perjudica a la población y está desmantelando el contrato social. Los derechos laborales están siendo destruidos. El poder privado ha aumentado. No tiene que ser así, hay otras opciones. De hecho, Estados Unidos tuvo una política más progresista que Europa continental para responder a la crisis. Eso no es muy bueno, pero al menos es algo. Hubo medidas aquí para evitar la depresión. Y hay un crecimiento muy, muy lento. Europa es lo contrario, se dirige hacia una depresión. Ahora está cambiando, y se está hablando de hacer lo que debería haber hecho en primer lugar. Pero éstas son opciones. No son leyes de la naturaleza.

-¿Es optimista respecto del futuro?
-Si miro el mundo objetivamente, creo que será un milagro si los seres humanos sobreviven en un mundo decente dentro de cien años. No por lo que estamos hablando. Estas son cosas que se pueden solucionar. Creo que con mejores políticas se podrían mitigar algunos de estos problemas, tal vez cambiarlos radicalmente si hay, por ejemplo, un movimiento serio que se proponga trabajar en empresas que estén en manos de comunidades. Pero hay otros problemas que no son fáciles de solucionar. Podemos estar yendo hacia un precipicio. La cumbre de Río es un buen ejemplo. No pasó nada. Había aspiraciones muy bajas, y los resultados fueron irrisorios. Somos como lemmings caminando a un precipicio. Es un problema muy serio.

-¿Cómo se puede evitar eso?
-Puede ser demasiado tarde para evitarlo. Pero una cosa es clara: cuanto más esperemos, más duro será. Y vamos en la dirección equivocada. Hay un montón de entusiasmo y euforia ahora por las nuevas fuentes de combustibles fósiles, por ejemplo en Brasil y en Estados Unidos. De hecho, Obama habló con mucho entusiasmo de que podamos tener un siglo de independencia energética debido a la explotación de combustibles fósiles. The Financial Times publicó un informe sobre las grandes perspectivas para el siglo de la independencia energética de los Estados Unidos. La única cosa que ninguno de ellos preguntó es ¿qué clase de mundo va a ser después de un siglo de explotación de los combustibles fósiles, que están destruyendo el medio ambiente?

-Lleva más de medio siglo en el MIT, ¿no cree que las nuevas generaciones, los jóvenes, sus alumnos actuales, puedan resolverlo?
-No se puede predecir eso. Cuando llegué aquí, en los 50, era una década muy pasiva. No pasaba nada. Si usted caminaba por los pasillos del MIT cuando llegué aquí en 1955, veía hombres blancos bien vestidos, obedientes, indiferentes, haciendo su tarea, sin interés en nada. Dé un paseo por los pasillos ahora. La mitad son mujeres, un tercio son minorías, y hay una gran cantidad de activismo estudiantil en todo tipo de temas. Hay un grupo dedicado al cambio climático aquí, muy bien considerado, que disiente del consenso internacional porque lo considera demasiado conservador. Piensan que la situación es mucho peor que lo que se cree. Estos cambios son muy significativos. ¿Podría alguien haberlos previsto? No.

-Usted dijo que el progreso es lento, pero dramático en períodos largos de tiempo. Después de la crisis global, ¿qué progresos cree que ha hecho el mundo?
-Hay progresos. Por un lado, el discurso general, incluso en los medios tradicionales, y en los medios económicos, ha cambiado. Ahora hay atención en temas que estaban ocultos hace un año, temas como la desigualdad, la corrupción corporativa, el vapuleo del proceso político con la cantidad de elecciones que se compran. También el tema ambiental se ha acercado al primer lugar de la atención pública y al centro de las preocupaciones. Eso ya es un cambio. ¿Puede haber un cambio en la implementación de políticas? No en tres meses. Hay que ver. Hay ejemplos para pensar. Tome 1960. Cuatro estudiantes negros de un colegio negro en Carolina del Norte se sentaron en una cafetería y pidieron ser servidos, algo que era ilegal. Fueron arrestados, por supuesto, y tratados de manera muy dura. Eso podría haber sido el final, al igual que el Parque Zuccotti podría haber terminado el primer día. Bueno, no lo fue. Otros los reemplazaron. Muy pronto el movimiento popular se expandió y se introdujeron cambios sustanciales. Eso no se podía predecir. Más tarde, en la década de 1960, pequeños grupos de mujeres, jóvenes sobre todo, comenzaron a formar grupos para crear conciencia, en los que hablaban acerca de si la represión bajo la cual vivían era una ley de la naturaleza. Muy pronto, usted tuvo un movimiento sustancial de mujeres que probablemente cambió la cultura en todo Occidente más que cualquier otro movimiento. No se pueden predecir estas cosas. Yo estaba en Argentina en 1999, y no había forma de predecir lo que pasó en la década siguiente. Fue una sorpresa total.

-Habla sobre todo de fenómenos que pasaron en Estados Unidos. En 2003, dijo que era el mejor país del mundo. ¿Aún lo cree?
-Dije que en algunos aspectos, lo es. Hay aspectos en los que es el país más libre del mundo, con un montón de buenas características. Hay otros aspectos en los que ha hecho cosas terribles.

MANO A MANO
En su oficina, Noam Chomsky vive rodeado de libros, plantas y fotos de su mujer, sus hijos y sus nietos. Una imagen gigantesca del filósofo Bertrand Russell domina el ambiente. En la entrada, colgada al lado de la puerta, está enmarcada la portada de la revista The American Prospect de abril de 2005. "Entre Chomsky y Cheney", reza el título, acompañado de una caricatura en la que ambos se miran con furia.

El intelectual que revolucionó la lingüística moderna en los años 60 ha sido un feroz crítico de Estados Unidos, en particular, de su política exterior. "La mejor forma de evitar el terrorismo es dejar de practicarlo", atizó, luego de los atentados del 11-S. Chomsky no ha atenuado sus críticas: hace poco, dijo que el presidente Barack Obama era peor que George W. Bush, y que sólo lo votaría si Massachusetts fuera un Estado en disputa, con el fin de impedir el regreso de los republicanos a la Casa Blanca.

Vestido con pantalón y camisa de jean y zapatillas blancas, se lo ve un poco más gordo que hace unos años. Chomsky revela en seguida su cordialidad cuando interrumpe la primera pregunta para pedirle a este corresponsal que le cuente sobre su vida. Luego, generoso, deja que la charla se estire unos minutos más allá de los 20 acordados en un intercambio de correos electrónicos con su asistente, Bev Stohl, y se presta para algunas fotos mientras intenta comunicarse por Skype con una alumna en Europa para discutir su tesis.

Fuente: http://www.visionesalternativas.com/index.php/component/content/article/99-portada/18922-chomsky-la-democracia-debe-sustituir-la-hegemonia-de-los-ee-uu

Sadismo económico


Escrito por Ignacio Ramonet / Le Monde Diplomatique

¿Sadismo? Sí, sadismo. ¿Cómo llamar de otro modo esa complacencia en causar dolor y humillación a personas? En estos años de crisis, hemos visto cómo –en Grecia, en Irlanda, en Portugal, en España y en otros países de la Unión Europea (UE)– la inclemente aplicación del ceremonial de castigo exigido por Alemania (congelación de las pensiones; retraso de la edad de jubilación; reducción del gasto público; recortes en los servicios del Estado de bienestar; merma de los fondos para la prevención de la pobreza y de la exclusión social; reforma laboral, etc.) ha provocado un vertiginoso aumento del desempleo y de los desahucios. La mendicidad se ha disparado. Así como el número de suicidios.

A pesar de que el sufrimiento social alcanza niveles insoportables, Angela Merkel y sus seguidores (entre ellos Mariano Rajoy) continúan afirmando que sufrir es bueno y que ello no debe verse como un momento de suplicio sino de auténtico júbilo. Según ellos, cada nuevo día de castigo nos purifica y regenera y nos va acercando a la hora final del tormento. Semejante filosofía del dolor no se inspira en el Marqués de Sade sino en las teorías de Joseph Schumpeter, uno de los padres del neoliberalismo, quien pensaba que todo sufrimiento social cumple de algún modo un objetivo económico necesario y que sería una equivocación mitigar ese sufrimiento aunque sólo fuese ligeramente.

En eso estamos. Con una Angela Merkel en el rol de “Wanda, la dominadora”, alentada por un coro de ­fanáticas instituciones financieras (Bundesbank, Banco Central Europeo, ­Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio, etc.) y por los eurócratas adictos de siempre (Durao Barroso, Van Rompuy, Ollie Rehn, Joaquín Almunia, etc.). Todos apuestan por un masoquismo popular que llevaría a los ciudadanos no sólo a la pasividad sino a reclamar más expiación y mayor martirio “ad maiorem gloria Europa”. Hasta sueñan con eso que los medios policiales denominan “sumisión química”, unos fármacos capaces de eliminar total o parcialmente la conciencia de las víctimas, convertidas sin quererlo en juguetes del agresor. Pero deberían ir con cuidado, porque la “masa” ruge.

En España, donde el Gobierno de Mariano Rajoy está aplicando políticas salvajes de austeridad al límite precisamente del “sadismo” (1), las expresiones de descontento social se multiplican. Y eso en un contexto de enorme desconcierto, en el que, de repente, los ciudadanos constatan que a las crisis económica y financiera se suma una grave crisis de gobernación. Simultáneamente, varios pilares fundamentales del edificio del Estado se resquebrajan: la Corona (con el tétrico asunto de la caza del elefante en Bostwana), el Poder judicial (con el cochambroso caso Dívar), la Iglesia (que no paga el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, IBI), el sistema bancario (del que nos afirmaban que era el “más sólido” de Europa y constatamos que se desmorona), el Banco de España (incapaz de alertar sobre Bankia y otras quiebras espectaculares), las Comunidades Autónomas (sumidas algunas de ellas en abismales escándalos de corrupción), los grandes medios de comunicación (excesivamente dependientes de la publicidad y que ocultaron las calamidades por venir)...

Sin hablar del propio Gobierno cuyo Presidente, en un momento en el que España (con Grecia) se ha convertido en el eje de los problemas del mundo, parece avanzar sin brújula. Y quien, frente a preguntas fundamentales, o da la callada por respuesta o contesta con expresiones surrealistas (“Vamos a hacer las cosas como Dios manda”), o sencillamente sostiene contraverdades (2). Mariano Rajoy y su equipo económico tienen una gran responsabilidad en el desastre actual. Han dirigido la crisis bancaria con evidente torpeza; han dejado descomponerse el caso de Bankia; han transformado una clara situación de quiebra en un pulso con Bruselas, el Banco Central Europeo y el FMI; han practicado el negacionismo más necio, pretendiendo hacer pasar un rescate de consecuencias gravísimas para la economía española como un crédito barato y sin condiciones (“Es un apoyo financiero que no tiene nada que ver con un rescate”, declaró Luis de Guindos; “Lo que hay es una línea de crédito que no afecta al déficit público”, afirmó Rajoy).
Todo esto da la penosa impresión de un país que naufraga. Y cuyos ciudadanos descubren de pronto que tras as apariencias del “éxito económico español”, pregonado durante lustros por los gobernantes del PSOE y del PP, se escondía un modelo (el de la “burbuja inmobiliaria”) carcomido por la incompetencia y la codicia.

En cierta medida, comprendemos ahora –muy a expensas nuestras– uno de los grandes enigmas de la historia de España: ¿cómo fue posible que, a pesar de las montañas de oro y plata traídas de América por el Imperio colonizador y explotador, el país se viese convertido, a partir del siglo XVII, en una suerte de “corte de los milagros “llena de mendigos, desamparados y pordioseros? ¿Qué se hizo de tamaña riqueza? La respuesta a estas preguntas la tenemos hoy ante los ojos: incompetencia y miopía de los gobernantes, codicia infinita de los banqueros.

Y el castigo actual no ha terminado. Después de que la agencia Moody’s, el pasado junio, rebajara la nota de la deuda española en tres escalones, desde A3 hasta Baa3 (uno por encima del “bono basura”), la prima de riesgo llegó hasta límites insostenibles. La solvencia española está en la pendiente que conduce a un rescate. Y tanto el rescate de la banca como el rescate de la deuda pública tendrán un ­coste social terrorífico. En su informe anual sobre España, el Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, ya está reclamando que el Gobierno suba el IVA y que apruebe lo antes posible una nueva disminución del sueldo de los funcionarios para reducir el déficit. Además, en un documento de trabajo, los expertos del Fondo recomiendan a España que rebaje aún más el despido, reclaman el contrato único y que se evite la actualización automática de los sueldos (3).

La Comisión Europea recomienda igualmente la subida del IVA, y la adopción de nuevas medidas “austeritarias”: el retraso de la edad de jubilación, el control del gasto en las Comunidades, el endurecimiento de las prestaciones por desempleo, la eliminación de la desgravación por vivienda y la reducción del volumen de la Administración Pública. Todo antes de 2013. Ya que no se puede devaluar el euro, se trata de devaluar a todo un país, rebajando su nivel de vida de un 20 a un 25%...

Por su parte, la canciller alemana exige que España continúe con las profundas reformas económicas y fiscales. A pesar de la canina fidelidad que le manifiesta Rajoy, Merkel se opone con uñas y dientes a cualquier medida del Gobierno que suponga para España ceder en el camino de la austeridad y de las reformas estructurales.

Berlín quiere aprovechar el “shock” creado por la crisis, y la posición dominante de Alemania para conseguir un viejo objetivo: la integración política de Europa a las condiciones germanas. “Nuestra tarea hoy –declaró Merkel en un discurso ante el Parlamento alemán– es compensar lo que no se hizo [cuando el euro fue creado] y acabar con el círculo vicioso de la deuda eterna y de no cumplir las normas. Sé que es arduo, que es doloroso. Es una tarea hercúlea, pero es inevitable”. Algunos comentaristas hablan ya del IV Reich...
Porque, si se produce el “salto federal” y se avanza hacia una unión política, eso significa que cada Estado miembro de la UE tendrá que renunciar a considerables partes de su soberanía ­nacional. Y que una instancia central podrá interferir directamente en los presupuestos y los impuestos de cada Estado para imponer el cumplimiento de los acuerdos. ¿Cuántos países están dispuestos a abandonar tanta soberanía nacional? Si ceder parte de la soberanía es inevitable en un proyecto de integración político como la Unión Europea, existe sin embargo una diferencia entre federalismo y neocolonialismo... (4).

En los Estados sometidos a rescates –España, entre otros– estas importantes pérdidas de soberanía ya son efectivas (5). Desmintiendo a Rajoy, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, afirmó que la troika (BCE, Comisión Europea y FMI) controlará la reestructuración de la banca en España (6). Esa troika gobernará la política fiscal y macroeconómica para ­seguir imponiendo reformas y recortes y para asegurar la prioridad del cobro de la deuda que los bancos españoles tienen con la banca europea, y principalmente alemana (7). España dispone pues, desde junio pasado, de menos libertad, menos soberanía de su sistema financiero y menos soberanía fiscal.

Todo ello sin ninguna garantía de salir de la crisis. Al contrario. Como lo recuerdan los economistas Niall Ferguson y Nouriel Rubini: “La estrategia actual de recapitalizar los bancos a base de que los Estados pidan prestado a los mercados nacionales de bonos –o al Instrumento Europeo de Estabilidad Financiera (IEEF) o a su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)– ha resultado desastrosa en Irlanda y Grecia: ha provocado una explosión de deuda pública y ha hecho que el Estado sea todavía más insolvente, al tiempo que los bancos se convierten en un riesgo mayor en la medida en que más parte de la deuda pública está en sus manos” (8).

Pero entonces, si no funcionan ¿por qué se mantienen esas sádicas políticas de “austeridad hasta la muerte”? Porque el capitalismo se ha puesto de nuevo en marcha y se ha lanzado a la ofensiva con un objetivo claro: acabar con los programas sociales del Estado de bienestar implementados después del final de la Segunda Guerra Mundial y de los que Europa es el último santuario.
Pero, como decíamos más arriba, debería ir con cuidado. Porque las “masas” están rugiendo...

NOTAS:
1) Léase Conn Hallinan, “Spanish Austerity Savage to the Point of Sadism”, Foreign Policy in Focus, Washington DC, 15 de junio de 2012. http://www.fpif.org/ blog/the_pain_in_spain_falls_mainly_on_the_plain_folk
(2) Léase Ignacio Escolar, “Las siete grandes mentiras sobre el rescate español”, Escolar.net, 11 de junio de 2012. http://www.escolar.net/MT/archives/2012/06/las-siete-grandes-mentiras-sobre-el-rescate-espanol.html
(3) El País, Madrid, 15 de junio de 2012.
(4) Léase Niall Ferguson, Nouriel Roubini, El País, Madrid, 10 de junio de 2012. Léase también, Ignacio Ramonet, “Nuevos protectorados”, Le Monde diplomatique en español, marzo de 2012.
(5) Una prueba de la mentalidad de neocolonizados es el esperpéntico proyecto Eurovegas que se disputan las Comunidades de Madrid y de Cataluña, basado en la especulación urbanística y financiera, y asociado al “aumento del blanqueo de capitales, la prostitución, las ludopatías y las mafias”. Consúltese la plataforma Aturem Eurovegas:  http://aturemeurovegas.wordpress.com
(6) El País, Madrid, 14 de junio de 2012.
(7) Vicenç Navarro, Juan Torres, “El rescate traerá más recortes y no sirve para salir de la crisis”, Rebelión, 15 de junio de 2012. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=151370
(8) Ver la nota 4.

Fuente:http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=611f5a81-b91a-4110-b624-bb70a8581bd5

Bases de apoyo del EZLN piden respaldo de la comunidad global


San Cristóbal de las Casas, Chis., 24 de julio. Los priístas nos hacen sufrir mucho, ya no queremos eso, expresan las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Libración Nacional (EZLN) en la comunidad San Marcos Avilés (municipio de Sitalá, en la zona tradicional de los tzeltales), al hacer un llamado a la solidaridad internacional. Denuncian constantes agresiones, robos y amenazas de expulsión: Cuando sembramos nuestra milpa, aunque es elote, no lo podemos llevar a nuestra casa. Llegan a robar el frijol, la caña, el plátano. En cuanto a la caña lo cortan todo y eso es pura maldad. Aunque sembramos y trabajamos, ellos lo acaban y ya no hay nada.

Los indígenas zapatistas añaden: Todo lo que sembramos lo aprovechan los partidos políticos. La actual situación de las familias en resistencia llegó a pasar porque para las autoridades del gobierno de Felipe Calderón y Juan Sabines Guerrero no tiene importancia lo que estamos reclamando. Hasta empezaron a meterse en las casas. Algunos tenían caballo, ganado, todo eso teníamos antes de la llegada de nuestro sufrimiento. Algunos tenían cemento, lámina, varilla para construir sus casas, tienda, un carro. Se lo llevaron todo. Además, no podemos gozar del fruto de nuestro trabajo con nuestros hijos, ya que los que lo consumen son ellos, los (de los) partidos políticos PRI, PRD y PAN.

En un video divulgado anoche, los indígenas, con el rostro cubierto, argumentan en tzeltal a favor de la educación autónoma: Le damos mucha importancia a la escuela. Queremos que haya una buena enseñanza de los niños, un buen aprendizaje, un buen ejemplo. Vemos que el gobierno tiene sus escuelas, pero no es buena educación ni les enseñan bien a nuestros hijos, y lo que enseñan no tiene nada que ver con nosotros. Por eso abrimos nuestra escuela. Ésta dio pretexto a los oficialistas para agredir a las familias zapatistas y expulsarlas en 2010, luego de que el 16 de agosto de ese año se iniciaron las clases.

En los días siguientes fue citado por las autoridades oficiales un compa que vive allá abajo. Cuando se presentó con otro compa en la agencia oficial, les escribieron un documento el cual intentaron hacerlos firmar para que ya no hubiera bases de apoyo del EZLN aquí. Nuestros compañeros se negaron. Autoridades y agresores los tuvieron encerrados, y después quisieron mandarlos a la cárcel.

Recuerdan el origen de la persecución que ahora padecen: La escuela que se encuentra allá arriba nosotros la construimos. Ese día quisieron destruir otra vez las láminas. No se conformaron los agresores y las autoridades acordaron corrernos de una vez de nuestros hogares. Discutieron con el gobierno sus planes para maltratarnos. Traían machetes, palos y piedras en la mano. En consecuencia, durante un mes y tres días permanecieron bajo de un árbol, cubiertos con pedazos de lonas rotas; eran tiempos de lluvia y los niños dormían en el lodo; no había tortillas para comer ni pozol para tomar.

Una mujer embozada interviene: No nos toman en cuenta, nos ven como perros. Así me dijeron cuando tuve a mi hijo en la montaña.

Al convocar a la sociedad civil y las organizaciones solidarias para detener esta escalada de violencia que les hace temer un nuevo desalojo, declaran: Vamos a seguir. No estamos cometiendo ningún delito. Tenemos derecho a luchar para que nos tomen en cuenta. Libertad, justicia y paz, eso es lo que estamos pidiendo. No tenemos miedo porque sabemos con claridad lo que estamos buscando y cómo queremos vivir. Hombres, mujeres jóvenes y niños estamos en lucha. Así que queremos que se conozca el crimen del mal gobierno aquí en San Marcos Avilés.

Fuente: http://rojoynegro.info/articulo/sin-fronteras/bases-apoyo-del-ezln-piden-respaldo-la-comunidad-global