17 nov 2011

Puerto Rico superará el fascismo

Escrito por Noel Colón Martínez/Claridad

El fascismo puertorriqueño está totalmente alborotado, descontrolado. Este proceso no se ha dado de la noche a la mañana pero parece que estamos en el tramo de su culminación porque sus acciones desorbitadas, que parecen suicidas, están dirigidas a la destrucción del Puerto Rico que conocemos y por el cual damos la pelea diariamente. Hoy alimentan una acción fascistoide y mañana alimentan otra manifestación aún más destructiva.

Por casi tres años mantuvieron como jefe de la seguridad pública a un gringo con apellido hispano que quiso imponer sus propios criterios de seguridad chantajeando e intimidando al país con su enorme fuerza policiaca para llevar el mensaje de que las leyes opresivas debían ser toleradas y aceptadas o la fuerza policiaca impondría su autoridad frente a cualquier manifestación de protesta. Estas serían interpretadas como desafíos, rebeldía o confrontaciones. Así, le llevaron el mensaje amenazante a los trabajadores frente a la oprobiosa ley 7 y a los estudiantes ante protestas organizadas tras un exorbitante aumento de matrícula. El repudio generalizado no fue suficiente y fue necesario acudir a organizaciones protectoras de los derechos civiles (ACLU) que junto a la voz auxiliadora del congresista Luis Gutiérrez, destaparon aquella manifestación aguda del fascismo y se logró evidenciar el clima de violación a los derechos humanos que estaba prohijando este gobierno. El Informe del Departamento de Justicia Federal evidencia un clima de opresión oficial. Tan pronto hubo un señalamiento oficial sobre la amplitud de las violaciones la sociedad civil puertorriqueña pudo respirar un poco pues inmediatamente se prescindió del gringo y se ajustaron un poco, tan solo un poco, las tuercas del oficialismo fascista. El nueve jefe, sin embargo, anunció que no cambiaría nada.

En los pasados días nos hemos enfrentado a una nueva manifestación del fascismo. Se ha presentado un proyecto de la representante Lisa Fernández para privar al Ateneo Puertorriqueño de los fondos que les provee el gobierno para su funcionamiento. Esos fondos en las actuales circunstancias resultan indispensables para continuar con las actividades del Ateneo. Se dan como razones que esa institución está realizando actividades de naturaleza política inconsistentes con sus obligaciones pues la defensa de la cultura está oficialmente encomendada al Instituto de Cultura Puertorriqueña. Se acusa al Ateneo de desarrollar actividades que promueven la descolonización de Puerto Rico. Demás está señalar que el Ateneo Puertorriqueño es una de las instituciones emblemáticas de la cultura puertorriqueña, fundada, apoyada y sostenida por todos los gobiernos que se han organizado en nuestro país desde el último cuarto del siglo 19 y actualmente poseedora de un valioso legado cultural que es indispensable conservar.

Dos semanas antes la administración universitaria tomó dos decisiones de claro corte fascista. Eliminaron de un plumazo el noticiero de la mañana de Radio Universidad. Se trata de un segmento informativo y de análisis político, económico y social. Un gobierno que le produce tantas malas noticias al país no puede pretender que la cubierta informativa y los análisis le sean siempre favorables. En vista de ello optan por cerrar el noticiero y privar al país de ese vehículo informativo y de reflexión y además privar a la facultad de comunicaciones de un taller de entrenamiento para los que vendrán a ser nuestros futuros periodistas.

Una semana después del inesperado anuncio sobre el noticiero se anuncia el cierre del Instituto de Estudios Hostosianos que ha servido como instrumento esencial en el examen de la obra hostosiana y la publicación de sus obras completas. Ya se anticipaba que la Universidad habría de claudicar a su obligación de proteger el legado de nuestro más excelso pensador cuando la Editorial Universitaria dejó de publicar y vender los volúmenes de sus obras completas porque se redujo el presupuesto para esa publicación. Tenemos ahora una colección interrumpida que de alguna manera deberá ser rescatada. Pero repetimos, tanto el cierre del noticiero como el cierre del Instituto no son otra cosa que manifestaciones de un fascismo entronizado en esta administración y dirigido a destruir las mejores manifestaciones de nuestra cultura, todo porque ellos, desde el poder, no creen ni valoran esa cultura como una aportación de Puerto Rico al mundo.

Veamos la contestación de la nación. Puerto Rico realizó su mejor demostración deportiva en los pasados Juegos Panamericanos. Fue una demostración impresionante de coraje y de preparación que nos proveyó preseas con las que no pensábamos contar. Nuestra gente estaba sencillamente eufórica con la actuación digna y comprometida de nuestros atletas. Sin entrar en otros valiosos detalles, lograr oro en baloncesto femenino y baloncesto masculino llenó a nuestra nación de un legítimo orgullo. El coro oficial permaneció mudo frente a los impresionantes triunfos porque a ellos esos triunfos les plantean serios problemas ideológicos ya que ellos no creen que somos una nación con derecho a una autonomía deportiva. Ellos siguen pensando que se habrá de imponer la teoría del territorio habitado por ciudadanos americanos. Esas victorias en los Panamericanos, camino a las Olimpiadas de Londres, no forman parte de ningún proyecto estadista. Para ellos todo esto es un sufrimiento. Sobre todo resienten que en la vida diaria de los puertorriqueños vale más un atleta que un político. Resienten que sus manotazos fascistoides no bastan ante la fuerza de nuestra cultura popular.

Como parte de esa fuerte cultura popular nos enfrentamos a la entrega número 12 de los Latin Grammy celebrado en Las Vegas donde Residente y Visitante de Calle Trece, hicieron gala de un talento que arrasó con los premios. A los fascistas no le importaría esa colección de Gramófonos que le llenaron las manos al amigo René Pérez a no ser porque cuando se enfrentan con las canciones descubren que contienen veneno contra el asimilismo, el poder, y la hipocresía oficial. Defender los derechos de Puerto Rico como nación exhibiendo ante decenas de millones de televidentes una camiseta con la leyenda alusiva al Puerto Rico Libre dentro de una Latinoamérica que ha echado a andar resulta puro veneno para estos pitiyanquis del patio.

En su canción Latinoamérica dice René: “Soy el desarrollo en carne viva/un discurso político sin saliva/Soy lo que sostiene mi bandera/la espina dorsal de la cordillera/Soy lo que me enseñó mi padre/el que no quiere a su patria no quiere a su madre.”

Ese mensaje fuerte y descarnado de René es más poderoso que todas las genuflexiones de esta clase política desnacionalizada y entreguista. Es más fuerte que toda esta orgía de fascismo con la que nos quieren arropar y neutralizar. Ni Fortuño ni Pierluisi tienen la capacidad de influir en la opinión pública latinoamericana del modo que puede hacerlo René. Creo, sin embargo que la incompetencia política de esta administración no entiende lo que está pasando en el mundo y siguen creyendo que con la destrucción de las instituciones más fuertes del país ellos pueden recuperar una posición hegemónica que los capacite para conducir a Puerto Rico por el camino equivocado de la asimilación política, económica y cultural.

Las encuestas recientes les están hablando a nuestros líderes de su incompetencia y su debilidad real cuando pretenden negar la nacionalidad. Los deportistas, los estudiantes, los foros ciudadanos, el Colegio de Abogados, los cantores, que no se limitan a René, le están enviando el mensaje antifascista correcto. Los fascistas no parecen comprender que están usando fuerza bruta contra el pueblo de raíces muy viejas y actualmente muy despierto. Tendrán su lección.

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